viernes, 17 de julio de 2015

Aura azul


Cuando escribo poesía, el aura se me vuelve de color azul eléctrico. Bajo la espesura del hartazgo en la ciudad, si uno sabe huir por la brecha de la puerta, puede encontrarse con un paraje impensable: la dicha.

O, como decía V. Woolf


“Para la mujer, la novela dejará de ser el vertedero de las emociones personales”

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