Escritura
de retrete.
Es un placer escribir mientras se finge que se mea. A veces,
busco la paz de los retretes porque ¿ustedes sabían que estoy sola mientras
cago? Un metro cuadrado de libertad. Mi coño-culo habla y sonríe a través del
bolígrafo. Desde aquí, nadie puede mirarme.
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