[Descensus ad
inferos, faber astrorum] “Riyéronse a sus pies las primaveras/ y en
hervores de luz encendió el viento” (vv. 669-670) Quevedo, A Cristo resucitado
“amaneciendo llagas
en rubíes” (v. 778)
Alicia en el país de las pesadillas conoce una muerte oceánica que deglute el mundo, que se funde en la saliva.
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